EL CALLEJÓN DEL AGUACATE
El soldado enojado le dijo que no,
pero el niño le insistía a cada momento del trayecto, en un instante la
paciencia del hombre hacía el niño desapareció; el militar bastante furioso, lo
empezó a golpear, era tanto su enojo que, justo en ese lugar había un callejón oscuro y donde se encontraba un frondoso árbol de aguacate, en una de sus ramas, ahí, colgó al niño hasta que perdió la vida.
Pasaron las semanas y aquel cruel
militar vivía atormentado por la culpa de su imperdonable acto, cegado por su
dolor, decidió por colgarse del mismo árbol donde colgó al niño.
Cuenta Kathia Vianney Marrufo Arroyo. 6to. "A"
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